Que a mi me importa una puta mierda el amor, que tengo edad de salir, entrar, hacer millones de amigos, de fumar, de beber, de robar, de experimentar, de aprender, de enamorarme, de quererme, de enfadarme con mis padres y amigas, de llorar, de perdonar, de mentir, de sentir, de vivir.
Edad de escuchar la música que quiera, de reírme por nada, de gastarme mi dinero en lo que me dé la gana, de bailar hasta que me duelan los pies, de equivocarme, de pintarme las uñas de mil colores y ponerme esos taconazos que mi madre odia tanto, de sacar del armario el vestido más ceñido que tenga y recorrerme las noches de sábado de principio a fin.
Edad de ponerme el color de pelo que me dé la gana, de vestirme como quiera y de mil estilos, de hacerme piercings y tatuajes para luego arrepentirme, de estudiar, de conocer a chicas y chicos y de meter en mi cama a quién me dé la gana porque, cariño tengo edad para todo menos para sufrir por amor.
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